ESPECIAL
DIVAS IDOL DE LOS 80s. Nakajima Miyuki, La intelectual Anti-Idol.
Parece increíble que con la fórmula de éxito asegurado
que tiene la industria del género idol algunas jovencitas hubiesen optado por
querer alcanzar la fama de un modo totalmente opuesto y casi que por sus
propios medios. A pesar de los millonarios ingresos que aseguran las Idols,
algunas empresas se arriesgaban con artistas de música tradicional, aunque para sus fichajes realizaban el mismo
procedimiento de concurso de canciones que se hacía para las idol y el ganador
o ganadora resultaba galardonado con la firma de contratos con la disquera y con
la agencia de talentos respectiva.
Nakajima Miyuki fue una de éstas afortunadas,
aunque era muy claro que su triunfo era más que merecido: Nakajima Miyuki
cantaba muy bien pero además componía
sus propias canciones y tocaba sus propios instrumentos, lo que desde un punto
de vista práctico resultaba muy rentable para la disquera. Así es como Nakajima
Miyuki empieza su carrera con una imagen totalmente opuesta a la Idol
tradicional japonesa. Para empezar Miyuki Nakajima, aun siendo una muchacha muy
bella, no encajaba en el estereotipo de belleza de las idol y su estilo musical
es totalmente opuesto al de las populares chicas puesto que el género que abandera
aquella es el de la música Folk, que es un estilo tradicional un poco más
reciente que el Enka pero sin llegar a ser totalmenteKayokyoku.
La contraposición de Nakajima Miyuki al estilo Idol iba mucho más allá puesto
que contrario de las idol que se sobreexponen a los medios con fines
publicitarios, ella se negaba a hacer presentaciones en TV salvo unas muy
contadas apariciones en un programa auspiciado por su propia empresa de manejo
artístico, YAMAHA.
A pesar de ser una evidente anti-idol, (o
quizás debido a ello), Nakajima Miyuki logró alcanzar una popularidad y una
fama muy a la par de grandes estrellas Idol como Seiko Matsuda o Akina Nakamori. Otra diferencia
notable de Miyuki con sus contrapartes idol es que también compone música para
otros artistas algo que hizo desde los mismos inicios de su carrera por lo que
sus canciones son muy conocidas y reversionadas incluso en otros países asiáticos, especialmente en Taiwan y Hong-Kong.
Nakajima Miyuki ha alcanzado muchos logros
artísticos notables, como ser la artista con el sencillo que se ha mantenido
por más tiempo en la lista de Oricon "Chijou no Hoshi / Headlight, Taillight", con 202 semanas, título que perdió solo hasta 2004 debido a que el single "Nada Sou Sou" de Natsukawa Rimi superó este número; es la única solista
femenina que ha tenido lanzamientos ubicados
en el número uno de las listas de Oricon durante 4 décadas seguidas y es
además la única cantante invitada al Consejo Nacional del Idioma de Japón y
ostenta el título de ser la artista japonesa con mayor número de reversiones (covers)
de canciones suyas interpretadas por
otros artistas japoneses y extranjeros. Se conoce además que Nakajima Miyuki es
una mujer muy inteligente, de hecho en su escuela en Obihiro, Sapporo; ciudad en la que nació, se le
recuerda como una de las graduadas más prominentes de su promoción y es egresada
de la Universidad para Mujeres de Fuji. Su personalidad es bastante
extrovertida y considerada por algunos como “ruidosa” lo que evidencia un
alegre carisma.
En contraste con su carácter, sus canciones
son relativamente oscuras y con cierto tono trágico de amores contrariados,
imposibles o rupturas. Dentro de su amplio repertorio están temas tan emblemáticos como: “Wakare Uta”,
“Jidai”, “Sora To Kimi No Aida ni” y “Onjirazu” que son los temas más
emblemáticos de Nakajima-san.
"Jidai" (Version 2011)" Una de las canciones más emblemáticas de Nakajima-san.
Con
este artículo he querido “trollearlos” un poco porque se supone que es un
especial sobre idols y evidentemente Nakajima Miyuki no lo es, pero… ¡oye, no
solo de IDOLS vive el hombre!
La génesis del género idol propiamente dicho se dio durante la década de los 70s de una
manera más bien progresiva. Artistas como Junko
Sakurada, Masako Mori, Saori Minami, Agnes Chan, Mari Hamachi y Rumiko Koyanagimoldearon y perfeccionaron la imagen
característica de la idol con sus bellezas, imágenes e innegables talentos los
cuales les permitieron imperar en las listas de Oricon y en los corazones del público japonés durante toda la
década. Pero fue otra la chica que destacó sobre todas ellas y aunque su debut
y su auge tuvieron lugar en los años 70s fue en 1980 y los años subsiguientes cuando
se afianzó como una figura de culto no solo en el campo musical sino en la
cultura popular japonesa para la posteridad. Es un gran honor para mí
presentarles a
la muy distinguida Momoe Yamaguchi.
El nacimiento de la estrella que sería Momoe Yamaguchi
se dio en el programa de televisión Star
Tanjou!, cuna de muchas artistas de las eras dorada y plateada del género idol
(80s y 70s respectivamente) y aunque solo alcanzó el segundo lugar del concurso
logró llamar la atención de varios productores al punto de poder permitirle
escoger libremente la compañía discográfica que mejor trato le ofreciera para
lanzar su carrera, todo un lujo para una finalista del “Star Tanjou!”
Una vez firmados los contratos de rigor y pasado el
año de entrenamiento obligatorio de toda idol, Momoe Yamaguchi lanzaría su primer
sencillo “Toshigoro” el cual fue
utilizado como tema principal de su película homónima. El tema no logró llamar
mucho la atención pero para el lanzamiento de su segundo sencillo se utilizó
una estrategia alternativa que de ser aplicada hoy día metería en serios
aprietos legales a cualquier productora o compañía disquera: “Aoi Kajitsu”, nombre del segundo
sencillo de Yamaguchi, contiene sugestivas letras como “Puedes hacerme lo que quieras. Puedes decirle a todos que no soy una
buena chica”(Traducción muy libre del autor) que no significarían gran cosa
de no ser porque Momoe Yamaguchi tenía en ese momento solo 13 años de edad, así
que el revuelo causado no era injustificado. Esta fórmula se repetiría otras
veces más en la carrera de Momoe siempre sorprendiendo por igual a la prensa y al
público debido al contraste entre la imagen típica de idol que ostentaba (inocente
e infantil) y las insinuantes letras de las canciones que interpretaba propias
de una mujer más madura y “experimentada en la vida”. Otrascanciones que siguen ésta curiosa línea característica
son “Imitation Gold”, que en una de
sus partes traduce algo así como que Momoe sale de la ducha para acercarse a un
hombre “entrado en años” y "Hito
Natsu no Keiken" que tiene una particular línea que reza: “Te daré lo
más preciado que una chica pueda tener”.Esta misma estrategia
publicitaria serviría años más tarde para impulsar la naciente carrera de la
otra diva Idol Akina Nakamori, quien
coincidencialmente es una ferviente admiradora de Yamaguchi.
A los 18 años Momoe Yamaguchi era ya una respetada y
arraigada artista con un prestigio que a muchas otras en cualquier parte del
mundo le tomaría décadas alcanzar. El éxito adquirido por la chica de Yukosuka
(ciudad donde se crió y a la cual le dedicó un par de canciones) la convirtió
en los 70s en un verdadero ícono de la cultura popular Japonesa no solo por talento
musical reflejado en sus ventas sino por sus apariciones en TV y la pantalla
grande donde también era una figura asidua con el mismo éxito que en los
escenarios llegado a grabar hasta dos películas por año, la gran mayoría de
ellas con su actual esposo, el respetado actor Miura Tomokazu. Su fama le permitió
así mismo un pase de entrada asegurado de sus presentaciones a cada edición del
prestigioso show Musical “Kōhaku Uta Gassen” ininterrumpidamente desde 1974
hasta el día de su retiro.
Tiempo después, Momoe y su dirección artística
lograron “suavizar” las cláusulas de sus contratos como “idol” para tomarse
muchas más libertades siendo pionera en este tipo de movimientos estratégicos de
manejo artístico. Luego, con su recién adquirida libertad Momoe Yamaguchi
comenzaría a interpretar canciones que abarcaban temas tan innovadores como la
independencia y fortaleza de una mujer y
la capacidad de ser autosuficiente. Durante este periodo vieron la luz algunas
de sus canciones más emblemáticas como “Ii
Hi Tabidachi”, “Yokosuka Story”,
“Playback Part2” y “Cosmos”, ésta última es considerada todo
un clásico de la música japonesa y es un favorito de los karaokes además de ser
reversión (cover) obligatorio de todo cantante japonés y que en su época causó
mucha curiosidad entre los fans de Momoe porque iba en total contradicción con
las independientes y desafiantes letras a las que ya los tenía acostumbrados,
principalmente porque que la canción es una especie de poema de una madre que
tiene dificultades sentimentales para “entregar” la libertad a su hija en
vísperas de una inminente boda; la respuesta de la hija es querer detener el
tiempo para quedarse como la eterna niña de mamá, a pesar de lo optimista que
se nota sobre un futuro prometedor, enmarcado todo en un ambiente primaveral-otoñal
gracias a la flor de cosmos que da título a la canción. Al principio Momoe no
lograba entender la canción hasta que años más tarde, y ya casada, le enviaría
una nota a compositor de la letra, el famoso cantautor de música Folk Masashi Sada en la que le decía que al
fin había entendido el sentido de su creación: Sada-san es bastante conocido
por escribir canciones que rinden tributo a la unidad familiar y al fortalecimiento
de los lazos sanguíneos.
En la etapa final de su carrera Momoe pudo incluso
experimentar con nuevos estilos musicales vanguardistas con complejas
producciones nunca escuchadas de la voz de una idol como el caso del género
Rock con marcada influencia occidental y así la cantante cumpliría uno de sus
grandes sueños que era interpretar un álbum completamente rockero, todo ello sin
abandonar nunca la investidura “Idol”.
Aún desde su adolescencia la imagen de Momoe Yamaguchi
era simplemente impecable: Los chicos (de TODAS las edades) querían ser su
novio. Las chicas querían ser como ellas. Las mamás querían tener una hija como
ella y todo el país la admiraba por su intachable conducta, siendo una de las
pocas idols totalmente inmune al escándalo. A demás de ser muy hermosa, era una
de las mujeres mejor vestidas de su época siempre lucía exclusivos diseños elegantes
y sofisticados difíciles de copiar y que aunados a su porte y clase naturales
la hacían lucir más como parte de la realeza que del espectáculo; agreguémosle
la voz inconfundible de Momoe, con esa
tonalidad profunda totalmente opuesta a las dulces voces de la inmensa mayoría
de artistas idol de la época y que acentuaba su imponente presencia en escena,
lo que era perfectamente perceptible en sus presentaciones aún a través de las
pantallas de televisión en las que mantenía una mirada un tanto fría y
desafiante. Sin duda, Momoe brindaba un espectáculo único y serio, digno de una
ovación de pie.
Inesperadamente, en 1979 ocurrió lo impensable:
Mientras estaban de vacaciones en Hawaii, Miura Tomokazu le propuso matrimonio
a Momoe Yamaguchi, luego de años de un romance que se gestó en los platós de
grabación de sus innumerables películas juntos. Momoe aceptó su propuesta y en
una muestra innegable de amor eterno le prometió que se retiraría de los medios
para el beneficio de su unión. A los 20
años (tres años antes de la edad de “graduación” de toda artista Idol) En
octubre de 1979, Momoe hizo oficial su compromiso con Tomokazu y anunció su
retiro para finales de los 80s, prometiendo un concierto de despedida. Momoe
cumplió su promesa y obsequió además a sus fans un último álbum y unos cuantos
sencillos durante todo el año de 1980 e incluso después de su retiro oficial
del entretenimiento para dedicarse a ser una abnegada ama de casa.
Su decisión de retirarse de los escenarios es objeto
de constante debate y aún hoy día se especula sobre su regreso en cualquier
momento, algo que Momoe ha negado incontables veces asegurando que los motivos
de su retiro se deben principalmente al amor por su esposo, por sus hijos y a
que estaba cansada de cantar repetidamente las mismas canciones. Lo manifestado
por Momoe es entendible si tenemos en cuenta su niñez: Momoe es hija de padres
separados y su inestabilidad familiar se evidenciaba en el hecho de que a veces
debía vivir con sus abuelos (a quienes ella adoraba entrañablemente) a causa de los constantes altibajos en las
relaciones entre sus padres y su posterior divorcio. No es de extrañar entonces
que una Momoe adulta apreciara mucho más el verdadero valor de una familia bien
fundamentada luego de haberlo tenido todo en la vida. Hoy día Momoe Yamaguchi es, como señalé
anteriormente, toda una señora ama de casa, entusiasta del tejido de colchas, y
vive muy cómodamente de las regalías de sus trabajos musicales y actorales.
Sin temor a equivocarmey con fundamento en lo que he podido leer,
Momoe Yamaguchi podría ser la segunda artista más querida de la historia de
Japón, solo detrás (aunque con mucha ventaja) de la inmortal Misora Hibari. Su
legado es uno de los más sólidos y longevos del entretenimiento japonés gracias
a una carrera libre de escándalos y colmada de innumerables logros sumados a su
intachable imagen que se mantuvo aún durante los años 80 debido uno de sus
últimos lanzamientos, el cual trascendió más allá de su retiro: la canción “Sayonara
no Mukougawa” representativo innegable de la década de los 80s y obligado de
todo álbum compilatorio de las más importantes composiciones en el campo
musical de la mencionada década.
Momoe Yamaguchi
Momoe Yamaguchi será recordada por su perfecta imagen
de la idol, la más popular y la más querida no solo de su generación, sino de
las siguientes, incluso en otros países como por ejemplo en China, donde es la
artista japonesa más reconocida no solo por sus canciones sino por sus
actuaciones en TV y sus películas, las cuales se siguen vendiendo en ese país.
Para muchos Momoe Yamaguchi es más que una idol: Es un orgullo nacional al que
no han olvidado y que aún vive dentrode sus corazones aunque ella haya decidido
retirarse del espectáculo y lo hará eternamente.
La primera en nuestra lista es la inmortal Yukiko Okada. Su sonrisa de ángel le merecieron el nickname de la "princesa sonriente" y debido a su talento se hizo merecedora de importantes premios de la música en menos de un año de su debut artístico. Al igual que Momoe Yamaguchi y otras idol, Yukiko Okada estudiaba la secundaria al tiempo que cumplía con sus responsabilidades artísticas y sus notas eran perfectas, muchos auguraban que sería una futura estudiante de la Todai (Universidad de Tokio). Pese a su gran talento y su eterna belleza, su salud mental empezó a decaer y un nefasto 8 de Abril de 1986, en pleno auge de su carrera se arrojó del séptimo piso de la agencia Sun Music que administraba su carrera. Solo tenía 18 años. Luego, 31 de sus fans imitaron su suicidio en un fenómeno que pasó a ser conocido como "El Sindrome Yukiko" o Síndrome Yukko, como también se le conocía a esta hermosa chica que dejó una marca imborrable en la historia de la música japonesa. Sus canciones más emblemáticas son "First Date", "Little Princess", "Dreaming Girl -Koi, hajimemashite" y "Kuchibiru Network
No.4
MOMOE YAMAGUCHI
Sin dudas la idol más popular de los 70s cuyo legado se extendió hasta posteriores generaciones. Se hizo famosa principalmente porque con solo 14 años sus canciones eran bastante subidas de tono. Otro aspecto notable de Momoe es que logró romper con muchos de los paradigmas de las Idol, tomando un control absoluto de su carrera al poco de cumplir los 18 años, gracias a lo cual pudo cambiar de género musical sin siquiera abandonar la investidura Idol. Luego, en el punto más alto de su carrera soprendió a sus fans y a la prensa al renunciar a los millonarios contratos con las disqueras, estudios de cine y TV para dedicarse a ser ama de casa. Inesperadamente la chica de Youkosuka, en aras de forjar las bases para un matrimonio solido y duradero (aún hoy se mantiene) renunció a su carrera para dedicarse a tejer colchas, las cuales promociona bajo su nombre de casada: Momoe Miura. Es increíble a lo que una mujer puede renunciar por amor a su familia. Aún después de 30 años desde su retiro oficial se rumaro si volverá a los escenarios. La lista de canciones emblemáticas de Momoe es interminable... pero destacan "Cosmos", "Plaback part.2", "Yokosuka Story" y "Sayonara no Mokougawa".
No. 3:
KYOKO "KYONKYON" KOIZUMI
La idol perfecta... Sin un solo escándalo en su carrera, ocupa el tercer lugar en una cuestionable ranking de las "Idol Eternas". Muchos fueron los éxitos de Koizumi-san, a quien sus fans apodaban KyonKyon y si bien le tomó casi 3 años sus niveles de ventas de sus trabajos discograficos la posicionan en altos lugares junto a Ayumi Hamasaki y a Namie Amuro. Al contrario de otras idol, su carrera se mantuvo moderadamente estable luego de haberse graduado de "idol". Es una famosa y respetada actriz que una que otra vez interpreta canciones para los trabajos en los que actúa. En un inolvidable show para el "Let's Go Young" de la NHK, Kyoko comparte pantalla junto a las otras leyendas Idol: Akina Nakamori y Seiko Matsuda, cada una interpretando un fragmento de un tema propio. Koizumi Kyoko es personalmente la idol que menos me gusta, con solo un par de temas a rescatar (hasta ahora, esto puede cambiar radicalemente) y es el pegajoso "Nandetatte IDOL" y el curioso "Yamato Nadesico Shichihenge".
No.2
AKINA NAKAMORI
Pocas idol logran mantener su carrera alejadas del escándalo. Es que una idol es una figura inmaculada y el escandalo en sus vidas no es aceptado ni permitido. Luego de triunfar en Japón como la versión sofisticada de Momoe Yamaguchi, Akina Nakamori parecía que reinaria por siempre en los cielos idol. Su voz ronca a lo Yamaguchi y su talento para imponer modas la convirtieron rápidamente en un ícono de la década de los 80s. Pero el día que un mediocre actor con el cual salía llamado Masahiko Kondo le terminó, Akina se cortó las venas en la casa de aquel y su carrera se fue al traste. Los japoneses de alguna manera no le perdonaron o la traición a su imágen o el hecho de que no se haya muerto, pero lo cierto es que su carrera nunca pudo ser la misma luego de éste incidente. Akina-chan es de mis idol favoritas por ser la primera idol en "importar" ritmos latinos a sus canciones como "Meu Amoré" y por ese legendario tema que una vez lo escuchas nunca más puedes dejar de hacerlo: "DESIRE -Jounetsu-".
No.1 SEIKO MATSUDA
Ser una estrella no siempre significa nacer con una (pregúntenle a Akina Nakamori), prueba de ello es la señorita Seiko Matsuda. En Japón llegó a ser conocida como la reina del escándalo. Comenzó siendo actriz y DJ, para luego debutar como cantante. Luego de su primer hit, su carrera no se detendría al punto que en una época llegó a ser la artista solista femenina con más No.1 en la lista de Oricon desbancada por la hoy por la casi extinta Ayumi Hamasaki. Sus escándalos comenzaron por el hecho de haber dado a luz a una niña y negarse a retirarse como bien lo hizo Momoe Yamaguchi en su época y por esta razón Seiko llegó a ser conocida como "mama idol". Sus canciones son íconos de la música de los 80s "Akai Sweet Pea" y casi cualquiera de sus canciones de esa década son más que conocidas por los japoneses. Otro escándalo notable en su vida fue el haberse convertido en la tercera en un triangulo amoroso junto a Masahiko Kanda y Akina Nakamori, que le costó la carrera a ésta última quien casi muere al intentar suicidarse por no querer aceptar que Kanda la dejara por otra idol más famosa y rica que ella. En términos más generales, la carrera de Seiko Matsuda ha sido muy estable, aunque no sus sellos disqueros. Su constante capricho de usar las mismas ropas de idol que usaba en los 80s (es broma) evidencian que es en verdad la idol eterna y No. 1 en ésta lista de Idols que de una u otra forma trascendieron sus generaciones para que hoy día podamos hablar de ellas al tiempo que disfrutamos de sus canciones sobre la perfección de la vida.